PRODUCTOS DE REHABILITACIÓN DEPORTIVA
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Correr como entrenamiento

Correr es una excelente manera de mantenerse en forma y divertirse, de hecho, se está volviendo una moda. Sin embargo, es importante hacerlo con la técnica adecuada. ¿Quieres unirte a las masas pero haciéndolo de la forma correcta? Aprende cómo mantenerte fuerte y evitar lesiones con la ayuda de esta guía.

Establece un nivel básico de entrenamiento. Si vas a comenzar desde cero, precipitarte y correr 10 km la primera vez te dejará frustrado, molesto y tan adolorido que nunca volverás a hacerlo. En otras palabras, no muerdas más de lo que puedas masticar. Si comienzas a correr sin tener la costumbre de hacerlo, probablemente terminarás causándote algún daño y abandonando esta actividad incluso antes de empezar.

  • Lo más simple que puedes hacer sería comenzar haciendo caminatas, aunque podría ser cualquier otra cosa. Si te ejercitas con regularidad, tu cuerpo podrá soportar el ritmo de esta actividad. Ve de excursión, a nadar o a bailar. Si te diviertes, ¡mucho mejor!

Consigue un buen par de zapatillas deportivas. Investigaciones afirman que correr descalzo produce mucho menos lesiones que hacerlo con calzado deportivo, incluso con el más sofisticado. Sin embargo, es probable que no vayas a correr descalzo por todos lados, a menos que persigas a un niño o a una albóndiga que se cayó inesperadamente. Por lo tanto, busca un calzado que te brinde la misma sensación de correr como si no tuvieras nada en los pies. Si estás dispuesto a lucir esos zapatos con dedos (Vibram), mucho mejor para ti, pero también hay muchas zapatillas minimalistas que no tienen fundas para los dedos del pie.

Entra en calor. Lo último que quieres es tener calambres en las piernas, un tendón desgarrado o alguna otra lesión que puedas evitar. Antes de correr, tómate cinco o diez minutos para calentar. Sin embargo, “esto no significa que debas estirarte”. De hecho, ¡hacerlo antes de ejercitarte puede hacerte daño!

  • Por el contrario, calienta los músculos haciendo peso muerto (deadlifts), patadas de burro (donkey kicks), zancadas y otros ejercicios similares que estiran tus músculos y los hace trabajar. Realiza el estiramiento después de correr.

Mantén una postura relajada. Asegúrate de que tu cuerpo esté fluido y relajado, pero no encorvado. Trata de mantener tus hombros y brazos sueltos mientras que tu espalada permanece recta.

  • También mantén tu cabeza y cuello relajados. La tensión en esos puntos puede extenderse a lo largo de tu columna vertebral, lo que en realidad puede agotarte mucho más rápido.